Imagen de: elperiodicodemexico.com
Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
Elementos de la Policía Federal dispararon 152 veces contra miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas inglés) y un marino mexicano el pasado 24 de agosto en la carretera México-Cuernavaca. Todos los disparos fueron con armas de grueso calibre, incluidos rifles AR-15.
Ayer, Marisela Morales Ibáñez, titular de la Procuraduría General la República (PGR), difundió a través de Twitter que sostuvo una reunión con el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, y que junto con sus equipos de trabajo trataron diversos temas de la agenda binacional en materia de procuración de justicia. Coincidieron en que la seguridad regional depende de la cooperación y asociación estratégica entre las naciones. Al evaluar los mecanismos de cooperación y ayuda mutua, acordamos darles continuidad e impulsar nuevos proyectos. Funcionarios de esa dependencia señalaron que en el encuentro también se abordaron algunos avances sobre la investigación del ataque contra los agentes de la CIA.
Por otra parte, de acuerdo con información obtenida de funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional, la identificación balística de las armas utilizadas no ha concluido, debido a que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal no ha puesto a disposición de la PGR todas las armas que utilizaron los elementos de la Policía Federal en el ataque.
Los peritajes revelaron que se realizaron 152 disparos contra la camioneta blindada, en la que se trasladaban los agentes de la CIA y el marino. Sin embargo, existe la sospecha de que algunos casquillos fueron levantados por los tiradores antes de que llegara el Ministerio Público Federal y diera inicio el peritaje.
Asimismo, los resultados de los datos obtenidos de manera paralela por agentes de Estados Unidos, la Semar y la PGR, que han sido mencionados en charlas entre integrantes del gabinete de seguridad nacional, han establecido que los agentes de la CIA y el marino mexicano fueron sacados por policías federales uniformados del vehículo cuando ya estaban heridos.
Luego, federales vestidos de civil –los que llevaron a cabo el ataque– sustrajeron un computadora del personal de la CIA, revelaron funcionarios del gabinete de seguridad nacional.
Los estadunidenses y el marino mexicano fueron trasladados a un hospital de Cuernavaca, Morelos, en tanto los agentes de la Policía Federal vestidos de civil –que dispararon de vehículos no oficiales– fueron retirados del lugar y trasladados a la llamada base Tlalpan para que, en algunos casos, trataran de quitarse de las manos cualquier rastro de pólvora y cambiaran sus armas. Por ello, sólo se ha podido acreditar que siete realizaron disparos.
LA JORNADA
No hay comentarios:
Publicar un comentario